Cada día me levanto de mi cama, bueno, no inmediatamente. Cada día continúo convenciéndome a mi misma que me levantaré temprano, asi que programo mi despertador a las 6 am. Cuando la verdad es que me levantare a las 7:30 y llegaré tarde a clases.
Cada día, luego de que suene el despertador, le doy a sonar 5 min mas tarde. "Solo 5 minutos mas" pienso. Aun cuando yo se que eso solo me cansa mas porque no descanso bien. Igual le doy al boton de sonar en 5 minutos mas. Una vez tuve un celular tan descarado que en lugar de decir eso, recitaba "sueñecito".
Cada día digo " Hoy estudiaré con tiempo para no retrasarme". Sin embargo, la internet me golpea tan bruscamente que caigo sentada frente a mi pc y no me muevo. Otras veces, es el vacío que siento a veces lo que me mantiene aferrada a la cama y me desmotiva. Por lo tanto, siempre me verás haciendo un trabajo a última hora, pero no descansaré hasta haberlo terminado.
También sueño despierta cada día, con ese hombre que logrará rescatarme de mi misma aún cuando no aparente que quiero ser salvada. Cada día miro hacia el techo, imaginándome un cielo y le pido a quien pueda interesar, que me de las señales y la sabiduría para saber cuando y como luchar por mi felicidad. Le huyo a los cigarros, aun cuando muero desesperadamente por volver a fumar. Escucho Adele, Mozart, Chopin, Metallica, Kataclysm, lo que sea que me ayude a inspirar, como eso que escuchan ahora.
Cada día, cada monótono día, me construyo un mundo alterno al cual viajo cuando quiero sentirme feliz o triste. Dependiendo para que necesite manejar mis emociones. Soy estudiante, pero soy toda una Arquitecta de mi sueño estructurado. Construyo mentiras que me hacen reír, llorar o simplemente sentir.
Si, sentir. Lanzo al viento suspiros que solo yo logro escuchar. No puedo confesarle a nadie que la monotonía me mata, así que, me alimento a punta de sueños basados en mentiras perfectas, y realmente me gusta esa mujer en mi mundo paralelo. Es desafiante, innovadora, inteligente, fuerte, a veces despiadada, a veces demasiado humana. Una mujer que se derrite con el sonido de un chelo y un te quiero. Una mujer cuyas piernas tiemblan al verte caminar hacia ella en cámara lenta. Una mujer que se muere porque le tomes el rostro con ambas manos, y le plantes un beso que la haga olvidar que todo eso es una mentira, es un mundo que nada es real. Ni los besos con ese hombre alto y soñado, ni las mariposas, ni las sonrisas...
Lo único real son las lágrimas que suelo derramar.
Hay algo curioso. Lanzo estos secretos a voces, y yo entiendo que la única capacitada para cambiarlo todo soy yo. Sin embargo, tengo una vida que no es mala. Tengo un novio al cual amo. Una carrera que me desafía y me estimula a querer saber más y más. Pero ese es el problema. Quiero más.
Que bendito problemita chica...el amar lo que tenemos, pero lamentablemente no es lo que necesitamos.
Y tu número es...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Deja un comentario